Poliposis nasal
¿Qué es un Pólipo Nasal?
Hablar de pólipos es referirse a formaciones de tejido que crecen anormalmente en una mucosa. La poliposis nasal, pólipos nasales o poliposis nasosinusal; son masas de tejido blando, traslúcido e indoloro que se forman y crecen en los senos paranasales o en las fosas nasales. No causan mayores molestias si no llegan a crecer demasiado; pero cuando esto ocurre pueden generar obstrucción, infecciones, dificultad para respirar e inclusive limitar la percepción de olores.
Sus causas no han sido precisadas aún. Se presenta a cualquier edad tanto en hombres como mujeres, con un poco más de frecuencia en adultos; salvo los casos en niños que padecen fibrosis quística que los condiciona. Se ha asociado también a procesos inflamatorios (sinusitis crónica), alergias (rinitis alérgica), asma, broncoespasmos, intolerancia a la aspirina o déficit de vitamina D; los cuales se presentan solo en ciertos pacientes y por ello no son causales totalmente determinantes.
Los síntomas de los pólipos nasales se asemejan a muchas otras patologías en ORL (sinusitis, rinitis, resfriado común…), señalándose entre estos:
– Sensación de cuerpo extraño que no mejora al sacudirse la nariz.
– Dificultad para respirar a lo largo del día y ronquidos durante el sueño nocturno.
– Congestión, secreciones y goteo posnasal.
– Voz nasal.
– Disminución o falta de olfato (hiposmia / anosmia).
– Puede llegarse a presentar pérdida o alteración del sentido del gusto (disgeusia / ageusia).
– Dolor facial y/o dolor de cabeza.
– Sangrado nasal (epistaxis).
La poliposis nasal puede llegar a complicar las crisis en pacientes asmáticos y predisponer al individuo a desarrollar susceptibilidad a las infecciones en los senos paranasales.
También se debe prestar especial atención a los pacientes alérgicos, ya que su tratamiento deberá estar más enfocado a su condición de base.
Para realizar el diagnóstico el especialista inicia con una exploración física. La rinofibroscopia es un estudio que se realiza con un equipo compuesto por una pequeña cámara de fibra óptica que se introduce a través de la nariz y transmite en directo a un monitor; permitiéndole al otorrinolaringólogo visualizar el interior de las fosas nasales en búsqueda de las formaciones de tejido blando. Cuando se precisa ubicar masas polipoideas en áreas más profundas o éstas resultan de mayor tamaño, generalmente se solicitarán pruebas de imagen como la tomografía computarizada (TAC) o resonancia magnética.
El tratamiento de la poliposis nasal es fundamentalmente dirigido a reducir el tamaño de los pólipos y en el mejor de los casos, eliminarlos. Los fármacos suelen ser la primera opción, siendo los corticoesteroides (aerosoles, orales o inyectables) el protocolo más efectivo. En función al diagnóstico realizado, el especialista puede indicar adicionalmente el uso de antihistamínicos y/o antibióticos.
La cirugía endoscópica nasosinusal es el procedimiento quirúrgico que se practica para extirpar los pólipos que han sido detectados y usualmente tratados con fármacos, sin obtener resultados satisfactorios. Se realiza de forma ambulatoria y por lo general su evolución no presenta mayores complicaciones; aun así el especialista debe cuidar los detalles para evitar hemorragias o posibles sinequias (cicatrización entre dos áreas próximas de la mucosa).
Finalmente, es recomendable cuidar ciertos factores que pueden propiciar la aparición de pólipos nasales:
– Evitar la exposición a lugares que presenten concentración de irritantes nasales (humo, jabones, productos químicos, entre otros). En caso de ser estrictamente necesario, emplear equipo de protección y cumplir con horarios prestablecidos.
– Usar un humidificador en el hogar para minimizar el riesgo de aparición de agentes bacterianos.
– Diagnosticar y controlar apropiadamente las alergias.
¿Qué Problemas Atiende la Otorrinolaringología?
Amigdalitis
Los signos y síntomas comprenden poner aumento del volumen de las amígdalas, dolor de garganta, dificultad para tragar y sensibilidad de los ganglios linfáticos a los lados del cuello.
Faringitis
Dolor o irritación en la garganta que puede ocurrir o no al tragar. A menudo acompaña a las infecciones, como un resfriado o la gripe.
Hipoacusia
Puede ser ocasionada por un defecto congénito, lesiones, enfermedades, ciertos medicamentos, exposición a sonidos fuertes o el desgaste propio de la edad.
Infección del oído
La infección del oído puede comenzar poco después de de un baño en piscina o playa. La secreción súbita de un líquido amarillo o verde del oído puede significar que hay ruptura del tímpano.
Sinusitis
Puede ser ocasionada por un resfríado o alergias, y puede desaparecer sola. La sinusitis puede ser aguda o crónica. Debe ser tratada a tiempo para evitar las distintas complicaciones.
Adenoides
Los siguientes síntomas suelen asociarse a unas adenoides inflamadas: dificultad para respirar por la nariz. respirar por la boca. tener habla nasal, como si se tuviera la nariz tapada.
Desviación del tabique nasal
En muchos casos, es posible que no haya síntomas. Cuando aparecen incluyen congestión, hemorragia nasal y respiración ruidosa durante el sueño.
Congestión nasal
Rinorrea o congestión nasal en adultos. Una nariz congestionada o tapada se produce cuando los tejidos que la recubren se inflaman.
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Infección de garganta
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