¿Cuáles son las enfermedades de la nariz más comunes?
La nariz es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo; principalmente cuando lo analizamos desde un enfoque de bienestar. Sin duda, cualquier alteración, obstrucción o molestia en nuestra nariz, es algo que inmediatamente nos altera y produce irritabilidad.
En este sentido, no solo nos permite captar los olores del entorno; también se encarga de recibir, filtrar, humedecer y ajustar la temperatura del aire que ingresa a nuestro cuerpo, para que éste pueda funcionar sin problemas. Es por ello que el cuidado de la nariz pasa a ser un aspecto importante de nuestro día a día; en especial cuando se enferma. Además, hay que tener en cuenta que algunas de estas molestias pueden ser indicios de un problema más grave, el cual también deberá ser atendido.
A continuación, algunas de las enfermedades de la nariz más comunes que, siendo tratadas correctamente, evitarán que padezcas consecuencias desagradables o llegue a desarrollarse un problema mayor.
Epistaxis o hemorragias nasales
A pesar de ser una condición frecuente en niños por muchas razones (cambios del clima, golpes o sencillamente por hurgarse la nariz); es algo que no debe ser tomado a la ligera. Ciertamente, estos casos en su mayoría pueden controlarse en casa sin problemas; incluso en ocasiones es probable que no se requiera alguna intervención y el sangrado se detenga tan espontáneamente como se produjo.
Sin embargo, ante una hemorragia frecuente de origen desconocido (especialmente entre adultos que no han padecido anteriormente este problema), lo recomendable es hacer algunos estudios que ayuden a determinarlo. Por otra parte, tampoco sería correcto esperar solo lo peor. Entre las causas más comunes de hemorragias nasales se pueden mencionar los procesos alérgicos o infecciosos, irritación química o cambios en el aire (muy seco o frío), lesiones físicas y problemas sinusales.
Rinitis Alérgica
En particular, la rinitis alérgica se trata de una reacción que se produce en la nariz cuando una persona entra en contacto con algún agente alérgeno o factor desencadenante.
En este sentido, los síntomas pueden variar desde estornudos, comezón, congestión y secreción nasal; hasta combinarse con lágrimas, picazón, inflamación y enrojecimiento de los ojos. Asimismo, son procesos que pueden ocurrir de manera gestacional o en cualquier época del año según el agente al cual se es alérgico y el nivel de exposición al cual se someta. En consecuencia, estos casos son tratados con antihistamínicos, descongestionantes, esteroides y broncodilatadores.
Fracturas de nariz
En realidad la fractura de nariz, más que una enfermedad, se trata de una condición frecuente entre personas que practican ciertas disciplinas deportivas de impacto o que puede afectar a cualquiera ante situaciones fortuitas, como riñas y accidentes.
Es por ello que, una parte importante del cuidado de la nariz tiene que ver con el uso de equipos de protección personal (en aquellos casos que sea necesario); así como también una actitud preventiva que ayude a evitar el contacto violento con el rostro. Por lo tanto, en estos casos se produce inflamación y sensibilidad que afecta el área de los ojos; dificultad para respirar, sangrado abundante y mucho dolor. Generalmente son casos que ameritan la colocación de una férula e intervención quirúrgica para su corrección.
Pólipos Nasales
Siguiendo con las enfermedades de la nariz mas comunes, la presencia de pólipos nasales es otra patología que presenta cierto grado de recurrencia en la consulta diaria de otorrinolaringología.
Básicamente, se trata de formaciones de tejido blando que se desarrollan en la mucosa o los senos paranasales; provocando cierto bloqueo y, en consecuencia, dificultad para respirar. De hecho, estas masas aparecen como una respuesta ante infecciones o alergias frecuentes que producen inflamación. También pueden extirparse quirúrgicamente con cirugía endoscópica naso sinusal o tratarse con medicamentos.
Desviación del tabique nasal
Además de todas las patologías anteriores; la desviación septal es una condición que se presenta por desplazamiento de la delgada pared que divide las fosas nasales, y cuyo origen puede ser congénito o producto de algún impacto.
Igualmente, la desviación del tabique altera las líneas naturales que forman la estructura de la nariz; provocando que ésta se vea estéticamente afectada y desviada a simple vista. En consecuencia, un tabique desviado produce obstrucción y dificultad respiratoria; en cuyo caso existen procedimientos quirúrgicos como la septoplastia, rinoplastia o septorinoplastia que ayudan a devolver su normal funcionalidad a esta delicada zona de la nariz.
Además de estas, existen otras patologías que estadísticamente representan un gran porcentaje de casos en la consulta externa. No obstante, lo que debe estar muy claro es que cualquier cambio que se note en este importante órgano, es un buen motivo para consultar con el especialista.