Traqueostomía

Cuando se necesita restablecer la función de la vías respiratorias; la traqueostomía es una técnica quirúrgica ampliamente utilizada que ofrece resultados efectivos a pesar de los riesgos.

¿Qué es la traqueostomía?

Esencialmente, una traqueostomía es un procedimiento quirúrgico de gran precisión que consiste en realizar una apertura en el cuello para alcanzar la tráquea (de allí su nombre) y facilitar la respiración; evitando con esto cualquier posible bloqueo.

Durante la ejecución de este procedimiento se introduce una cánula interna (tubo de traqueostomía) que permite el libre flujo de aire a los pulmones; liberando al paciente de cualquier dificultad obstructiva para respirar.

¿Qué tipos de traqueostomía existen?

El método de traqueostomía a implementar dependerá de la situación clínica individual de cada paciente y de la evaluación del equipo médico. Dicho esto, los tipos de traqueostomía más comunes son:

¿Cómo se realiza una traqueostomía?

Traqueostomía de urgencia

Se practica con mayor frecuencia dado que permite resolver con prontitud cuando no es posible esperar; generalmente ante situaciones en las que se encuentra en riesgo la vida del paciente.

Traqueostomía electiva

Como su nombre lo indica, su aplicación está sujeta a una condición que puede llegar a complicarse y amerita un procedimiento preventivo. En la mayoría de los casos, se realiza como una intervención programada en pacientes que requieren una intubación prolongada a largo plazo.

Traqueostomía percutánea

La traqueostomía percutánea es un tipo de procedimiento que se realiza empleando técnicas mínimamente invasivas, donde se utiliza un dilatador para crear la abertura en la tráquea, evitando la necesidad de una incisión quirúrgica más grande. Este enfoque puede tener ventajas en términos de tiempo de recuperación y complicaciones postoperatorias.

A partir del momento que se necesite aplicar cualquier método de traqueostomía, el especialista considerará todas las variables que impacten el caso clínico para elegir la técnica quirúrgica que resulte más adecuada.

¿Cómo se realiza una traqueostomía?

En primer lugar, es un procedimiento delicado que generalmente se desarrolla en un quirófano procurando contar con las mejores condiciones de higiene y esterilización; mientras se controla además la ventilación del paciente durante su intervención.

Tan pronto como se disponen todos los detalles y se estudia el tipo de traqueostomía a realizar, se realiza un corte en la tráquea a la altura del segundo y tercer anillo.

Después de terminar con dicha abertura, se introduce una sonda con un dispositivo inflable que ayuda a mantener abiertas las vías respiratorias, mientras se evita el riesgo de aspiración por parte del paciente.

Por último, un trozo de gasa sobre la herida ayudará a mantener ese espacio protegido de posibles infecciones. Una vez completado el procedimiento y si el paciente no necesita este canal por más tiempo; la cánula de traqueostomía simplemente se retira y el corte se cierra con algunos puntos de sutura.

En consecuencia, es importante mantener un monitoreo constante ante cualquier reacción adversa que pueda presentarse en el paciente; bien sea en el corto plazo (hemorragias, aspiración…) o en un lapso de tiempo mayor (disfagia, necrosis o estenosis traqueal).

¿Por qué se realiza?

Algunas de las situaciones por las que podría ser necesaria la realización de una traqueostomía son:

Obstrucción de las vías respiratorias

Si hay una obstrucción grave en las vías respiratorias superiores como en casos de tumores, lesiones o edema, una traqueostomía puede proporcionar una vía de respiración alternativa.

Ventilación mecánica a largo plazo

En algunos casos, los pacientes pueden requerir intubación prolongada debido a enfermedades respiratorias crónicas, lesiones graves o trastornos neuromusculares.

Protección de las vías respiratorias

En ciertos escenarios como, por ejemplo: cirugías extensas en cuello/ cabeza o lesiones en la columna vertebral alta, una traqueostomía puede proteger las vías respiratorias y facilitar la cicatrización.

Manejo de las secreciones

Algunos pacientes tienen dificultad para expectorar o manejar las secreciones pulmonares, lo que puede dar lugar a obstrucción de las vías respiratorias. Una traqueostomía quirúrgica permite la aspiración y el manejo más efectivo de las secreciones.

Riesgos

Los riesgos asociados a una traqueostomía incluyen:

  • Sangrado: Existe el riesgo de sangrado durante o después del procedimiento debido a la vascularización de la zona.
  • Daño a la tráquea, la glándula tiroides o los nervios del cuello: Durante la realización de la traqueostomía, existe la posibilidad de dañar estructuras cercanas.
  • Mala colocación o desplazamiento del tubo de traqueostomía: Es posible que el tubo de traqueostomía no esté colocado correctamente o se desplace, lo que puede afectar la ventilación adecuada o provocar complicaciones.
Traqueostomía

Antes del procedimiento

Antes de someterse a una traqueostomía, es importante tener en cuenta algunas consideraciones y prepararse adecuadamente. Estas son algunas de las pautas generales:

  • Discusión con el equipo médico: Es fundamental hablar con el equipo médico que realizará el procedimiento para comprender completamente el proceso y tener claridad sobre las expectativas y los riesgos asociados.
  • Consentimiento informado: Antes de la traqueostomía, se requerirá que usted otorgue su consentimiento informado, lo que implica comprender los beneficios, los riesgos y las alternativas del procedimiento.
  • Exámenes preoperatorios: Es posible que se le solicite realizar ciertos exámenes previos, entre ellos: análisis de sangre, radiografías y electrocardiogramas, para evaluar su estado de salud general y asegurarse de que esté apto para el procedimiento.
  • Ayuno: Antes de cualquier procedimiento quirúrgico, se recomienda no comer ni beber nada durante un período de tiempo específico.
  • Medicamentos: Informe al equipo médico sobre todos los medicamentos que esté tomando, incluidos los medicamentos de venta libre, los suplementos y las hierbas medicinales. Es posible que se le indique suspender o ajustar ciertos medicamentos antes del procedimiento.

Después del procedimiento

Después de una traqueostomía, es importante seguir ciertos cuidados y pautas para asegurar una buena recuperación y prevenir complicaciones; estos generalmente incluyen:

  • Monitoreo en la unidad de cuidados intensivos: Después de la traqueostomía, es probable que el paciente sea trasladado a la unidad de cuidados intensivos (UCI) para recibir monitoreo cercano y atención especializada durante al menos 24 horas.
  • Cuidado de la traqueostomía: Es esencial mantener limpia y seca la zona intervenida, por ello, se debe limpiar suavemente con agua y jabón suave, evitando el uso de productos irritantes.
  • Cambio y limpieza del tubo: Dependiendo de la recomendación médica, se deberá realizar el cambio periódico del tubo de traqueostomía. Es importante seguir las instrucciones específicas del equipo médico para el cambio y la limpieza adecuada.
  • Prevención de infecciones: Para reducir el riesgo de infecciones, se deben seguir las medidas de higiene necesarias (lavarse las manos antes de tocar la traqueostomía, utilizar guantes estériles al manipular el tubo y evitar el contacto con sustancias contaminantes).
  • Seguimiento médico: Después de la traqueostomía, se requerirán visitas de seguimiento con el equipo médico para evaluar la progresión de la cicatrización, realizar ajustes en el tubo si es necesario y brindar orientación adicional sobre el cuidado de la traqueostomía.

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