Cirugía laríngea

• En primer lugar, el paciente es sometido a la aplicación de anestesia general para evitarle molestias durante el procedimiento. 
• Cuando el individuo ya se encuentra bajo el efecto de la anestesia, se introduce un instrumento metálico (que lleva por nombre laringoscopio) a través de su garganta, hasta alcanzar las cuerdas vocales.
• Ya para este momento, el especialista empleará el instrumental que considere adecuado según el caso; lo cual puede variar entre el uso de micropinzas o láser para eliminar el tejido afectado.
• A partir de la naturaleza y la severidad de la lesión detectada, el especialista podrá tener más o menos variación en el área intervenida; procurando siempre producir el menor daño en los tejidos sanos circundantes.

Aun cuando la microcirugía laríngea se considere muy delicada; es un procedimiento rápido y seguro que permite al paciente ser dado de alta el mismo día o en los casos más complejos, al día siguiente.

Asimismo, el uso del láser ofrece una mayor precisión a través de un corte mucho más fino y delicado que produce lesiones controladas sobre los tejidos afectados; favoreciendo una rápida cicatrización.

Postoperatorio y posibles complicaciones

Tan pronto como se completa el procedimiento de cirugía laríngea, el paciente puede sentir un leve malestar similar a la sensación de garganta irritada.

A menos que exista alguna complicación, el postoperatorio será atendido en su casa; lo cual implica cuidar las recomendaciones que indique el especialista, entre las que se encuentran principalmente una buena hidratación de la garganta y reposo de la voz.

Del mismo modo, aquellos pacientes que posean el hábito de fumar, deberán omitir el consumo de cigarrillo al menos hasta que su médico le indique.